viernes, 27 de febrero de 2015

En Madrid también es posible abrazar el silencio

Durante un tiempo he seguido, tanto en facebook como en su propia web a Callejeando Madrid, el proyecto personal, muy interesante, de estudiante de fotografía en Madrid. Gracias a las redes sociales ha conseguido que le abran puertas y ventanas para mostrar escenas de esta ciudad desde una punto de vista diferente.

Al final de esta trayectoria, también participaron personas que habitan y dan vida a la ciudad. Me llamó especialmente uno de ellos, que escogió una calle que a mí también me gusta mucho, casi por los mismos motivos.

Dice:

"Atravesar esta callejuela consiguió transportarme al pasado de esta ciudad y despertó en mí una inquietud imparable de conocer más y más sobre ella. Recuerdo mirar con fascinación su placa y luego pasearla lentamente. Gracias a aquel escueto trazado comprendí que en Madrid también es posible abrazar el silencio y que hay rincones que, por suerte, se han quedado anclados en el tiempo. A partir de aquel momento, descubrir los "Secretos" de Madrid se ha convertido en una pasión"

La imagen completa la tenéis aquí

Bajo este enfoque de quietud y calma, pronto echará andar la Guía Sensible de Madrid.

miércoles, 25 de febrero de 2015

Pedro Casariego

Leyendo poesía, que tanto me acompaña en los huecos de tiempo que surgen cada día, y me he tropezado de nuevo con poemas de Pedro Casariego (1955-1993), un poeta que, releyendo ahora, pienso que seguramente fuera PAS.

Rescato estos versos, una mezcla de alta sensibilidad y evitación de intimidad.

"Me aparto cuando alguien se
acerca a mí.
A veces quiero que se acerquen los que nunca se acercaron.
A veces quiero que mi madriguera esté
                                 vacía,
                                 porque mi corazón está vacío:
yo lo vacío personalmente todas las mañanas." 


Podéis leer más versos aquí.

lunes, 16 de febrero de 2015

El cansancio y el rendimiento

Leía esta mañana este interesante artículo en Yorokobu sobre la sociedad del cansancio y me acordaba mucho del cansancio que con frecuencia experimentamos las PAS, del exceso de información que con frecuencia nos agota y dificulta una toma rápida de decisiones...

Extraigo algunos párrafos:

Sociedad del rendimiento: "Los proyectos, las iniciativas y la motivación reemplazan la prohibición, el mandato y la ley. A la sociedad disciplinaria la rige el ‘no’ y su negatividad genera locos y criminales. La sociedad de rendimiento, por el contrario, produce depresivos y fracasados".

Imperativo del rendimiento: "En estos tiempos, lo que enferma, dice el filósofo, «no es el exceso de responsabilidad e iniciativa, sino el imperativo del rendimiento, como nuevo mandato de la sociedad del trabajo tardomoderna."

Exceso de estímulos y multiactividad: "Dice Byung-Chul Han que estos días de ‘exceso de positividad’ traen consigo demasiados estímulos, demasiados impulsos, demasiada información. No hay tiempo para todo y entonces pensamos que haciendo varias cosas a la vez somos más dioses. Pero la conclusión es falsa. Entregarse a varias actividades en un mismo instante es primitivo. No fue así como evolucionó la humanidad."

Profundidad y contemplación: "Los logros culturales de la humanidad, a los que pertenece la filosofía, se deben a una atención profunda y contemplativa. La cultura requiere un entorno en el que sea posible una atención profunda. Esta es reemplazada progresivamente por una forma de atención por completo distinta, la hiperatención."

domingo, 15 de febrero de 2015

10 maneras de superar la soledad

Hace semanas tropecé con este enlace del blog Pick The Brain sobre "10 ways to cure loneliness", y mientras lo leía, sentía que tenía que hacer alguna adaptación libre, algún otro decálogo inspirado en lo que estaba leyendo. A ratos traducción, a otros escritura libre pensando como lo haría una persona altamente sensible, pero he aquí el resultado.


1. Aprende a estar solo/a

“Hay una dulzura muy secreta en estar a solas con uno mismo que te perderás si le tienes tanto miedo”. Iyanla Vanzant

Es el primer gran paso: sentirse cómodo con uno mismo. La soledad nos deja desnudos en el espejo con nuestras dudas, miedos, desesperanzas y demás pensamientos que nuestra “rica vida interior” puede aportar. Por lo que cualquier cambio no puede ser una huida, sino un paso más allá complementario. Primero hay que sentir serenidad interior, entereza, una estructura sólida, para encima poder construir.

¿Disfrutas de estar solo?
Pero... ¿cómo puedo disfrutar de la soledad?, pensarás.

Esto para una PAS puede suponer una fácil respuesta. Museos, conciertos, paseos … Y debemos hacerlo. Y aprender a disfrutar con ello.


2. Siéntete cómodo con tus pensamientos y sentimientos

Toma nota de los pensamientos que tienes y las emociones que sientes cuando estás solo/a. ¿Estás cómodo/a?, ¿te agobian?

Practica el silencio, haz una o dos paradas al día para contemplarte a ti mismo. Vívelas como olas en un océano. Vienen y van. Los pensamientos y las emociones no nos definen, tal como vienen, marchan. Deja que fluyan. Obsérvalas para saber qué te quieren decir. Con ello podrás poco a poco aprender a manejarlas y sobretodo a estar en paz con ellas. Conocer, sentir y abrazar. Y serán una compañía, no un adversario.


3. Confronta lo que piensas

Tenlo siempre claro: tú vales la pena y hay gente que quiere conocerte.

Todos llevamos cargas y obstáculos mentales que debemos superar. Si por algún motivo crees que no eres suficientemente bueno, suficientemente interesante o alguien al cual nadie querría, entonces esto es un obstáculo para superar la soledad. Porque nadie te hará sentir feliz ni completo, nadie te llenará ni te rescatará de tus frustraciones, si tú no lo haces contigo mismo. Ninguna amistad ni relación será suficiente si no te sientes suficiente para ti mismo.

Acuérdate de tus cualidades. Enumera las muchas razones por las que eres buena persona y a la cual a mucha gente le gustaría conocer. Hay ahí fuera personas que les gustaría conocerte porque aportas algo que ellos valoran: tu tiempo, tu interés, tu compañía y tu amistad. A muchas personas les encantaría conocer una persona como tú.



4. Todos estamos estamos interrelacionados

Nuestro ego construye muros a nuestro alrededor que nos aisla del resto de persona. Vivimos a menudo sumergido tan en nosotros mismos que nos olvidamos de los que nos acompañan en tiempo y lugar durante los días que pasan.

Si te paras y piensas que todas personas somos una sola (“humanidad”) y que estamos interrelacionados, interconectados, en este mundo, te será más fácil hablar con otros. Tus intentos de cultivar amistad será sencillos actos de alcanzar otro “espíritu”, otro humano como tú, alguien que vive en el mismo mundo que tú. Las otras personas no son extraños: son vecinos, son amigos y están viajando contigo en el mismo viaje.


5. Haz algo que te haga disfrutar y conoce a otros que disfruten con lo mismo.

Participar en una misma afición es la mejor argamasa para crear diálogos en común con otra persona. Incluso aunque no disfrutes con hacerlo en equipo o te sientas torpe intentándolo, podrás disfrutar con la actividad.
Puedes encontrar personas que disfruten con tus aficiones: en webs como meetup.com o Facebook, donde si no las encuentras, puedes crear el grupo para que otros se unan.
Si eres PAS, puedes asistir a las actividades y encuentros que se organizan en MadridPAS, la asociación PAS de Madrid.

6. Di “sí” cuando tu mente te diga que “no”

Si te estás abriendo para conocer gente, prepárate para decir “sí” cuando esto pueda suceder. Conocer gente significa introducir pequeños cambios en nuestra vida, y para ello debemos prepararnos para hacer pequeñas cosas que habituales no hacemos, posiblemente ir a sitios a los que antes no hemos ido y saludar a personas que no conocemos.

La mente se aferrará a nuestra zona de confort y nos dirá que estamos mejor donde estamos, en un lugar conocido y rodeado de cosas conocidas. Pero tenemos que dar un paso para dejar que algunas cosas cambien, como es el hecho de conocer gente nueva. Es bueno asumir pequeños riesgos para disminuir esa sensación de soledad.


7. Busca el lugar donde quieres estar

Si te gusta la lectura, busca en librerías donde se organicen actividades. Si te gusta el cine, alguna filmoteca o cineclub. Si te gusta estar en contacto con la naturaleza, mira rutas de senderismo. Busca asuntos y actividades que te interesen. Relacionado con los puntos anteriores, será más fácil en esos lugares conocer gente con la que compartir las mismas aficiones.


8. Esto no es un concurso de popularidad

Las redes sociales tienen este mensaje perverso en el fondo. Pero recuerda, el objetivo es no conocer el mayor número de personas que seas capaz. No es cantidad, sino calidad. La idea es mantener conversaciones con contenidos de calidad y de interés con unas pocas personas con las que puedas cultivar amistad. A las PAS nos suelen intimidar los grupos grandes, las multitudes, por eso céntrate en pequeños círculos, en pocas personas, con las que puedas tener una conexión, profunda y de calidad intelectual y emocional.
Todos estos puntos se tienen en cuenta a la hora de diseñar y crear los encuentros PAS en Madrid. 


9. Pasa más tiempo con las personas que ya están en tu vida

A veces estamos detrás de alguien que no vemos, ni conocemos ni sabemos. ¿esas personas que ya están en nuestro flujo diario y que podemos a conocer mal y poco? Cada día compartimos tiempo y espacio con innumerables personas, de camino al trabajo, en el supermercado, en el autobús, en la consulta del médico. También amigos de amigos, amigos de la familia, parientes lejanos... ¿por qué no intentarlo? En las relaciones, el ciclo se comporta según el lema "tienes lo que das". Haz un esfuerzo para llegar, escribir y estar “ahí” con las personas que ya están en tu vida, el retorno de ese esfuerzo será mayor y más gratificante.


10. No te compares con nadie

Céntrate en tu vida y en tu deseo y esfuerzo por hacer amigos.

No te compares con aquellos que se podrían considerar “populares” y que parece que lo tienen todo. Esto de nuevo es el lado perverseo de las redes sociales. No dejes que te haga sentir mal. Si su Facebook o Instagram te perturban, te molestan, ocúltalos y deja de verlos. No necesitas miles de amigos para dejar de sentirte solo: solo necesitas unos amigos. Y éste es tu primer paso para ello.