domingo, 22 de marzo de 2015

10 consejos para un PAS

He leído estos consejos para PAS en inglés en este artículo de Margarita Tartakovsky y no he podido evitar hacer una adaptación traducida, ya que ciertamente aún es difícil encontrar este material en español. Son consejos generales, guías orientativas, que pueden inspirar o invitar a la reflexión a cada persona.

1. Establece rutinas antes y después de acostarte
Por la noche, una o dos horas antes de ir a dormir, desenchufa aparatos electrónicos y sumérgete en actividades que te aporten calma y sosiego, por ejemplo un libro inspirador, edificante. Mantén también el sosiego por las mañanas. Disfruta de al menos 30 minutos centrados en ti, practicando yoga o meditación. También puede ser leyendo la prensa o algún libro, etc.





2. Identifica tus “detonantes”
Todos los PAS son diferentes entre sí, por lo que es importante que determines cuales son tus “detonantes”, aquellos que más te estimulan y provocan incomodidad. Hay algunas PAS que no soportan el ruido pero otras lo encauzan o controlan mejor, incluso un sonido ensordecedor. Igualmente, algunas personas que no soportan películas de miedo o violentas y a otras este tipo de cine les encanta.

3. Planifica
Si tu sensibilidad se orienta hacia los ruidos o las multitudes, evita asistir a estrenos los sábados por la noche o comer fuera en horas punta. Puedes ir a una sesión anterior o ir entre semana, ir al restaurante a una hora cuando no esté tan repleto.

4. Trabaja esos detonantes
Planificar, como se expresaba en el punto anterior, no significa evitar las actividades que te gustan. Por ejemplo, te puede gustar viajar, pero viajar puede ser ruidoso y estresante. Para compensarlo, ponte música relajante en tu mp3, incluso usando auriculares en forma de orejera, eso te ayudará a aislarte de las fuentes de estímulo. También intenta por ejemplo reservar las habitaciones en las plantas altas del hotel, donde los niveles de ruido desde la calle suelen ser inferiores. En casas con muchas personas que producen mucho ruido, puedes hacerte con un aparato que produzca sonidos uniformes y agradables, tales como la lluvia, una cascada o la brisa (en inglés se les conoce como “white noise machine”). Si ese ruido también te molesta, puedes hacerte con alguna música relajante para escuchar en auriculares.

5. Investiga lo que te estresa y establece soluciones
Si estás en un trabajo que te produce mucho estrés, pregúntate por qué estás ahí y estate abierto a todas las opciones. Un cambio de trabajo o de condiciones te puede reportar mejoras de salud a través de un menor estrés.

6. Recuerda lo que tienes de positivo
Aunque seas consciente de que ser PAS no es nada malo, puede que te sientas mal con facilidad por sentirte sobrepasado por cosas que a la mayoría no le afecta. Te puedes llegar a sentir muchas veces con vergüenza, débil o rara.
Pero sobra decir que los PAS tenemos muchas cualidades positivas, incluyendo la creatividad, la consciencia, una capacidad profunda para captar detalles y apreciar el arte, etc. Cualidades muy positivas que no debes olvidar ni menospreciar.

7. Tómate descansos
Los descansos son muy importantes, no pueden ser solo cuando no haya nada más que hacer, sino que debes dedicarle tiempo. Puedes escaparte al menos una vez por semana de la rutina: disfruta del campo, la montaña, la playa … si vives en la ciudad, visita los parques, o disfruta de algún masaje. Añade sosiego en tus rutinas con actividades como por ejemplo la aromaterapia, etc.





8. Comprométete con un ejercicio suave
Yoga, taichi, pasear … Si vas al gimnasio, acude a algún gimnasio que no sea muy ruidoso o llévate auriculares. El ejercicio será mejor antes de las 19h, de forma que el sistema nervioso disponga de al menos un par de horas para relajarse. 

9. Exprésate
Las no-PAS sencillamente no perciben los ruidos, olores fuertes u otros estímulos  que te podrían estar molestando, por lo que no dudes en manifestarlo. Puedes decirle  a tus compañeros de trabajo que no hablen tan alto al teléfono, etc. Practica la asertividad: acepta que te molesten esas cosas y que tienes derecho a solicitar para que disminuya la estimulación.



10. Si estás yendo a terapia...
... mejor con alguien que tenga un mínimo de conocimiento sobre la alta sensibilidad. La mayoría de los psicólogos ya están afortunadamente familiarizados con la alta sensibilidad. No se trata de abordar la alta sensibilidad en sí misma, ya que NO es un defecto, sino de entender las lesiones emocionales y las herramientas que necesitas de forma integrada con tu rasgo. 

domingo, 8 de marzo de 2015

10 razones de por qué Madrid puede ser una ciudad difícil para una Persona Altamente Sensible

Las razones van referidas a Madrid, pero podrían aplicarse a cualquier ciudad grande, donde como en un hormiguero, millones de vida se afanan cada día de trabajar, comprar, vivir y de alguna manera sobrevivir. Podría ser Tokio, Nueva York o Londres, pero hablaré de Madrid. Y un Madrid, quizás el más común y por ello también muchas personas en España sentirán que algunos puntos se pueden extrapolar a sus ciudades.



1. El ruido
La alta tolerancia al ruido se relacionan con regiones que disfrutan de muchas horas de luz y sol, ya que la diversión de traslada fácilmente a la calle. Los decibelios en Madrid son altos y lo peor es que se ve con benevolencia: el ruido es sinónimo de fiesta, de diversión y el silencio, o la mera calma, de aburrimiento. Música alta, fiestas de vecinos, gritos y bocinas ... Esta generación continua de estímulos puede conllevar a cansancio y agotamiento en una persona altamente sensible.

2. La falta de espacios abiertos
Apenas hay plazas realmente grandes en Madrid ni sitios muy abiertos donde contemplar el horizonte o disfrutar del cielo. En un país cuyas mayores empresas son constructoras, Madrid como capital está desembocada a tener mucho cemento. Madrid tuvo plazas que ya no existen porque en ellas se construyeron bloques de viviendas y de paseos anchos y arbolados que no interesaban y ahora son asfalto. El “metro cuadrado” en Madrid es un tesoro y raramente se respeta “el espacio por el espacio”, sobretodo cuando poner un ladrillo implica beneficios económicos. 

3 . Las multitudes
Relacionado con el anterior punto, la falta de espacio provoca que a menudo Madrid resulte una ciudad de multitudes andando por avenidas estrechas y calles densamente transitadas. Este hecho mantiene un trato culturalmente positivo, manifestado en el dicho popular “vamos a donde está la gente”. En una ciudad donde viven millones de personas este punto puede resultar evidente, si bien la peculiaridad de Madrid incide en su peculiar urbanismo y entramado. Berlín, París o Lisboa son también ciudades grandes pero por su urbanismo y gestión del espacio, la sensación de multitud está más diluido.





4. Las distancias
En Madrid la distancia media es de una hora: una hora para ir al trabajo, una hora para llegar al centro, una hora para quedar con alguien … Y esto genera estrés, prisas... que es fácilmente contagioso. Todo el mundo siempre llega tarde, nunca va con suficiente tiempo. El tiempo es siempre todavía, todo es siempre para ayer. No hay muchos huecos para la calma, para la pausa, para el descanso. Este estrés se amplifica en una persona altamente sensible que aún no haya integrado su rasgo y se exija seguir el ritmo frenético de la ciudad.


5. El transporte 
Apretados en hora punto en los vagones de metro o en los autobuses, el espacio personal que nos rodea se pierde y solo queda esperar que llegue nuestra parada final. Mientras tanto, sonidos, olores, roces, caras de enfado, empujones, agobios …. acompañan. La pérdida del espacio personal y la acumulación de una energía y la sobreestimulación inciden directamente en el estrés.




6. Los bares
Gritar para poder conversar a pesar de estar al lado, espacios reverberantes donde el ruido se propaga y aumenta, suelos llenos de servilletas y huesos de aceituna, bares pequeños y apretados … El bar tradicional, el apodado de toda la vida está lejos de ser un lugar sereno y acogedor, pese a la adoración que muchas personas profesan hacía de ellos como algo "castizo". Se convierten en un semillero de sobrestímulos que pueden provocar mucho estrés y por tanto cansancio en personas altamente sensibles.


7. La naturaleza
Madrid tiene parques muy conocidos, pero también peca de innumerables calles sin árboles y plazas sin verde, sepultadas bajo losas de cementos: la Puerta del Sol, Callao, la Plaza del Colón, etc. Sí, el Parque del Retiro es muy bonito, pero el día a día no se vive en El Retiro. Los árboles, en cambio, aportan armonía, paz y sosiego. Afortunadamente, el cambio propuesto en la Plaza de España puede ser un cambio de ciclo a la hora de generar espacios "altamente sensibles" en la ciudad.


8. Las tapas
¿Las tapas? Sí, y me explico. La informalidad de las tapas, que tiene su parte beneficiosa y creativa, supone para una persona altamente sensible la metáfora de una forma de socialización predominante en Madrid: bares ruidosos, conversaciones superficiales, grupos grandes de desconocidos, comer de forma ajetreada, mesas pequeñas, prisas para cambiar a otro sitio... Las tapas mantienen un poso de ser una comida temporal y breve, pero a la vez caótico y desordenado.





9. Lo castizo
La ciudad física existe como tal con sus plazas y sus calles, pero todo viene respaldado por una forma de ser en la que es muy posible que una persona altamente sensible no se sienta del todo ni comprendida ni acogida. La cultura predominante, lo conocido como "lo castizo", puede agudizar la sensación de bicho raro si no se participa a través de las formas de socialización habituales. Formas clasificadas como “tradicionales”, asimilando que lo entendido colectivamente como “lo tradicional” no puede ser malo. Esto obliga a que una persona altamente sensible supere el conflicto a través de una revisión personal de como participar en una ciudad, aunque esto implique la sensación de nadar contracorriente a la mayoría.


10.
 Individualización
Este punto se relaciona con todos los anteriores pero va un paso más allá. Madrid, ciudad con cierto peso económico, es un destino para muchas personas que desean prosperar o conseguir escalafones más altos en su profesión. Esto incide, resumiendo, en dos aspectos: Madrid como zona de paso, de tránsito,  y no para quedarse y crecer en ella, y Madrid como concentración de individuos que no buscan la ciudad (venir a Madrid por vivir en Madrid) sino la consecución de sus objetivos. En esta ciudad existe un número elevado de individuos que disfrutan de la ciudad sin “hacer ciudad” y cuyo único motivo de residir en Madrid es conseguir “algo a cambio”. ¿Y esto qué implica de forma más profunda? Vínculos afectivos débiles, despreocupación por una mayor calidad de vida, una visión más materialista de la ciudad, etc. Las personas altamente sensibles deben buscar su propio espacio y hueco en la ciudad.



viernes, 27 de febrero de 2015

En Madrid también es posible abrazar el silencio

Durante un tiempo he seguido, tanto en facebook como en su propia web a Callejeando Madrid, el proyecto personal, muy interesante, de estudiante de fotografía en Madrid. Gracias a las redes sociales ha conseguido que le abran puertas y ventanas para mostrar escenas de esta ciudad desde una punto de vista diferente.

Al final de esta trayectoria, también participaron personas que habitan y dan vida a la ciudad. Me llamó especialmente uno de ellos, que escogió una calle que a mí también me gusta mucho, casi por los mismos motivos.

Dice:

"Atravesar esta callejuela consiguió transportarme al pasado de esta ciudad y despertó en mí una inquietud imparable de conocer más y más sobre ella. Recuerdo mirar con fascinación su placa y luego pasearla lentamente. Gracias a aquel escueto trazado comprendí que en Madrid también es posible abrazar el silencio y que hay rincones que, por suerte, se han quedado anclados en el tiempo. A partir de aquel momento, descubrir los "Secretos" de Madrid se ha convertido en una pasión"

La imagen completa la tenéis aquí

Bajo este enfoque de quietud y calma, pronto echará andar la Guía Sensible de Madrid.

miércoles, 25 de febrero de 2015

Pedro Casariego

Leyendo poesía, que tanto me acompaña en los huecos de tiempo que surgen cada día, y me he tropezado de nuevo con poemas de Pedro Casariego (1955-1993), un poeta que, releyendo ahora, pienso que seguramente fuera PAS.

Rescato estos versos, una mezcla de alta sensibilidad y evitación de intimidad.

"Me aparto cuando alguien se
acerca a mí.
A veces quiero que se acerquen los que nunca se acercaron.
A veces quiero que mi madriguera esté
                                 vacía,
                                 porque mi corazón está vacío:
yo lo vacío personalmente todas las mañanas." 


Podéis leer más versos aquí.

lunes, 16 de febrero de 2015

El cansancio y el rendimiento

Leía esta mañana este interesante artículo en Yorokobu sobre la sociedad del cansancio y me acordaba mucho del cansancio que con frecuencia experimentamos las PAS, del exceso de información que con frecuencia nos agota y dificulta una toma rápida de decisiones...

Extraigo algunos párrafos:

Sociedad del rendimiento: "Los proyectos, las iniciativas y la motivación reemplazan la prohibición, el mandato y la ley. A la sociedad disciplinaria la rige el ‘no’ y su negatividad genera locos y criminales. La sociedad de rendimiento, por el contrario, produce depresivos y fracasados".

Imperativo del rendimiento: "En estos tiempos, lo que enferma, dice el filósofo, «no es el exceso de responsabilidad e iniciativa, sino el imperativo del rendimiento, como nuevo mandato de la sociedad del trabajo tardomoderna."

Exceso de estímulos y multiactividad: "Dice Byung-Chul Han que estos días de ‘exceso de positividad’ traen consigo demasiados estímulos, demasiados impulsos, demasiada información. No hay tiempo para todo y entonces pensamos que haciendo varias cosas a la vez somos más dioses. Pero la conclusión es falsa. Entregarse a varias actividades en un mismo instante es primitivo. No fue así como evolucionó la humanidad."

Profundidad y contemplación: "Los logros culturales de la humanidad, a los que pertenece la filosofía, se deben a una atención profunda y contemplativa. La cultura requiere un entorno en el que sea posible una atención profunda. Esta es reemplazada progresivamente por una forma de atención por completo distinta, la hiperatención."

domingo, 15 de febrero de 2015

10 maneras de superar la soledad

Hace semanas tropecé con este enlace del blog Pick The Brain sobre "10 ways to cure loneliness", y mientras lo leía, sentía que tenía que hacer alguna adaptación libre, algún otro decálogo inspirado en lo que estaba leyendo. A ratos traducción, a otros escritura libre pensando como lo haría una persona altamente sensible, pero he aquí el resultado.


1. Aprende a estar solo/a

“Hay una dulzura muy secreta en estar a solas con uno mismo que te perderás si le tienes tanto miedo”. Iyanla Vanzant

Es el primer gran paso: sentirse cómodo con uno mismo. La soledad nos deja desnudos en el espejo con nuestras dudas, miedos, desesperanzas y demás pensamientos que nuestra “rica vida interior” puede aportar. Por lo que cualquier cambio no puede ser una huida, sino un paso más allá complementario. Primero hay que sentir serenidad interior, entereza, una estructura sólida, para encima poder construir.

¿Disfrutas de estar solo?
Pero... ¿cómo puedo disfrutar de la soledad?, pensarás.

Esto para una PAS puede suponer una fácil respuesta. Museos, conciertos, paseos … Y debemos hacerlo. Y aprender a disfrutar con ello.


2. Siéntete cómodo con tus pensamientos y sentimientos

Toma nota de los pensamientos que tienes y las emociones que sientes cuando estás solo/a. ¿Estás cómodo/a?, ¿te agobian?

Practica el silencio, haz una o dos paradas al día para contemplarte a ti mismo. Vívelas como olas en un océano. Vienen y van. Los pensamientos y las emociones no nos definen, tal como vienen, marchan. Deja que fluyan. Obsérvalas para saber qué te quieren decir. Con ello podrás poco a poco aprender a manejarlas y sobretodo a estar en paz con ellas. Conocer, sentir y abrazar. Y serán una compañía, no un adversario.


3. Confronta lo que piensas

Tenlo siempre claro: tú vales la pena y hay gente que quiere conocerte.

Todos llevamos cargas y obstáculos mentales que debemos superar. Si por algún motivo crees que no eres suficientemente bueno, suficientemente interesante o alguien al cual nadie querría, entonces esto es un obstáculo para superar la soledad. Porque nadie te hará sentir feliz ni completo, nadie te llenará ni te rescatará de tus frustraciones, si tú no lo haces contigo mismo. Ninguna amistad ni relación será suficiente si no te sientes suficiente para ti mismo.

Acuérdate de tus cualidades. Enumera las muchas razones por las que eres buena persona y a la cual a mucha gente le gustaría conocer. Hay ahí fuera personas que les gustaría conocerte porque aportas algo que ellos valoran: tu tiempo, tu interés, tu compañía y tu amistad. A muchas personas les encantaría conocer una persona como tú.



4. Todos estamos estamos interrelacionados

Nuestro ego construye muros a nuestro alrededor que nos aisla del resto de persona. Vivimos a menudo sumergido tan en nosotros mismos que nos olvidamos de los que nos acompañan en tiempo y lugar durante los días que pasan.

Si te paras y piensas que todas personas somos una sola (“humanidad”) y que estamos interrelacionados, interconectados, en este mundo, te será más fácil hablar con otros. Tus intentos de cultivar amistad será sencillos actos de alcanzar otro “espíritu”, otro humano como tú, alguien que vive en el mismo mundo que tú. Las otras personas no son extraños: son vecinos, son amigos y están viajando contigo en el mismo viaje.


5. Haz algo que te haga disfrutar y conoce a otros que disfruten con lo mismo.

Participar en una misma afición es la mejor argamasa para crear diálogos en común con otra persona. Incluso aunque no disfrutes con hacerlo en equipo o te sientas torpe intentándolo, podrás disfrutar con la actividad.
Puedes encontrar personas que disfruten con tus aficiones: en webs como meetup.com o Facebook, donde si no las encuentras, puedes crear el grupo para que otros se unan.
Si eres PAS, puedes asistir a las actividades y encuentros que se organizan en MadridPAS, la asociación PAS de Madrid.

6. Di “sí” cuando tu mente te diga que “no”

Si te estás abriendo para conocer gente, prepárate para decir “sí” cuando esto pueda suceder. Conocer gente significa introducir pequeños cambios en nuestra vida, y para ello debemos prepararnos para hacer pequeñas cosas que habituales no hacemos, posiblemente ir a sitios a los que antes no hemos ido y saludar a personas que no conocemos.

La mente se aferrará a nuestra zona de confort y nos dirá que estamos mejor donde estamos, en un lugar conocido y rodeado de cosas conocidas. Pero tenemos que dar un paso para dejar que algunas cosas cambien, como es el hecho de conocer gente nueva. Es bueno asumir pequeños riesgos para disminuir esa sensación de soledad.


7. Busca el lugar donde quieres estar

Si te gusta la lectura, busca en librerías donde se organicen actividades. Si te gusta el cine, alguna filmoteca o cineclub. Si te gusta estar en contacto con la naturaleza, mira rutas de senderismo. Busca asuntos y actividades que te interesen. Relacionado con los puntos anteriores, será más fácil en esos lugares conocer gente con la que compartir las mismas aficiones.


8. Esto no es un concurso de popularidad

Las redes sociales tienen este mensaje perverso en el fondo. Pero recuerda, el objetivo es no conocer el mayor número de personas que seas capaz. No es cantidad, sino calidad. La idea es mantener conversaciones con contenidos de calidad y de interés con unas pocas personas con las que puedas cultivar amistad. A las PAS nos suelen intimidar los grupos grandes, las multitudes, por eso céntrate en pequeños círculos, en pocas personas, con las que puedas tener una conexión, profunda y de calidad intelectual y emocional.
Todos estos puntos se tienen en cuenta a la hora de diseñar y crear los encuentros PAS en Madrid. 


9. Pasa más tiempo con las personas que ya están en tu vida

A veces estamos detrás de alguien que no vemos, ni conocemos ni sabemos. ¿esas personas que ya están en nuestro flujo diario y que podemos a conocer mal y poco? Cada día compartimos tiempo y espacio con innumerables personas, de camino al trabajo, en el supermercado, en el autobús, en la consulta del médico. También amigos de amigos, amigos de la familia, parientes lejanos... ¿por qué no intentarlo? En las relaciones, el ciclo se comporta según el lema "tienes lo que das". Haz un esfuerzo para llegar, escribir y estar “ahí” con las personas que ya están en tu vida, el retorno de ese esfuerzo será mayor y más gratificante.


10. No te compares con nadie

Céntrate en tu vida y en tu deseo y esfuerzo por hacer amigos.

No te compares con aquellos que se podrían considerar “populares” y que parece que lo tienen todo. Esto de nuevo es el lado perverseo de las redes sociales. No dejes que te haga sentir mal. Si su Facebook o Instagram te perturban, te molestan, ocúltalos y deja de verlos. No necesitas miles de amigos para dejar de sentirte solo: solo necesitas unos amigos. Y éste es tu primer paso para ello.

lunes, 19 de enero de 2015

El intenso gozo que me generan

Esta declaración se me quedó flotando, en algún lugar de la cabeza.

"Hay cosas que me conmueven profundamente. No me gustaría perderme el intenso gozo que me generan. Aunque también hay mucha soledad, y hace falta más tiempo para apreciar lo doloroso de la vida. Pero la vida está compuesta de ambas cosas. Estoy buscando una respuesta espiritual".

El don de la sensibilidad
Elaine Aaron

miércoles, 14 de enero de 2015

Como una fiesta en la prisión

"Para las PAS, quizá lo más difícil no sea la renuncia al mundo, sino implicarse y sumergirse en él".
Elaine Aron

Esta mañana escuchaba la canción “Mulher sem razão” en la voz de la cantante brasileña Adriana Calcanhotto y me quedé pensando en las frases que canta:

“... s
onhar só não dá em nada,

é uma festa na prisão ...”

(soñar solo no sirve para nada
es una fiesta en la prisión)

Y me vinieron a la cabeza, en un hilo invisible y conductor, las ideas sobre que las personas altamente sensibles tenemos un rico mundo interior, en nuestra necesidad de soledad y estar a tiempo a solas con nosotros mismos pero a la vez, que ciertas dosis de socialización son necesarias, que hay que abrir ventanas al exterior, poner un pie en el patio donde también fluye otra 
vida.







sábado, 10 de enero de 2015

Viajes intensamente sensibles

De las características que tenemos las Personas Altamente Sensibles, una de ellas es que "sienten con mayor intensidad". Y en esto me vienen a la cabeza muchas pequeñas historias.

Este verano visité otra vez Lisboa, una ciudad que llevo casi diez años visitando con frecuencia. Me acompañó un amigo en su primer viaje a la capital portuguesa, y fue un viaje realmente simbiótico. Por mi parte, pude ejercer de anfitrión, mostrándole desde la Lisboa más monumental y turística a esos rincones poco transitados, a donde se enriquecen las vistas, esos cafés portugueses a los que solo saben llegar los que alguna vez se han perdido. A cambio, él me regaló sus ojos nuevos sobre una ciudad que para mí es ya "vieja conocida". Se emocionaba hasta llorar en algunos momentos ante tanta belleza y tanta saudade. Y me reconocí en esa primera emoción, cuando en mis primeros viajes me ponía a llorar paseando por la Rua Augusta hasta llegar a la Praça do Comércio, abrumado por aquella experiencia. Me llegaba a poner las gafas de sol para que nadie se diera cuenta de aquella emoción liberadora ... Él se disculpaba por emocionarse sin causa aparente, aunque yo reconocía todos los motivos flotaban en el aire: los tejados y el río, un rumor de melodías, el aroma tostado de los dulces, el silencio y la calma, los árboles, la inmensidad ... Me los conocía como viejos amigos que me saludaban, y aunque ya no me hacen llorar en los viajes a Lisboa, me siguen emocionando serenamente.

viernes, 9 de enero de 2015

Aquí hay una canción que nos descansa

Como una declaración de interiores, como un comunicado sin horizontes. Recuerdo el placer y la emoción de escuchar sin prisas esta canción de Pedro Guerra, ésta que abría aquel disco "Tan cerca de mí", en 1997. Me sugiere una puerta abierta, un abrazo, una bienvenida efusiva y sincera, una empatía compartida.
No podría haber sido otra melodía que acompañe la apertura de este espacio. Ésta fue la primera canción que se me vino a la cabeza para compartir en este sitio. Pasa, entra...






"Aquí hace menos frío que en la calle,
hay leña para un fuego, no mucha pero, bueno,
un poco de calor no viene mal.

Aquí hay una canción que nos descansa,

un hueco para el alma, sentirse como en casa,
un alto en el camino nada más.

Pasa, entra

y siente que hay quien duda como tú
y no se descubre nada, nada de las cosas
que ha escuchado y desespera.

Pasa, entra

y siente que hay quien duda como tú
pero se abraza a lo que tiene
y se levanta con la fuerza que le queda.

Pasa, entra

y siente que hay quien duda como tú
pero no tiene más canción
que la que sabe y la cantó
y si no la sabe tararea.

Aquí hace menos frío que en la calle,

los labios para un beso, oídos para un sueño,
la brisa que precisa tu dolor.

Pasa, entra

y siente que hay quien duda como tú
y no se descubre nada, nada de las cosas
que ha escuchado y desespera.

Pasa, entra

y siente que hay quien duda como tú
pero se abraza a lo que tiene
y se levanta con la fuerza que le queda.

Pasa, entra

y siente que hay quien duda como tú
pero no tiene más canción
que la que sabe y la cantó
y si no la sabe tararea.
Pasa, entra
no importa lo que fue porque será
lo que será y alguna forma encontrarás
para pasar por esa puerta.

Pasa, entra

después de algún traspiés algún color
dibujará lo que hace falta
para estar de nuevo en pie
y no perder fuerza.

Pasa, entra

y siente que hay quien duda como tú
pero no tiene más canción
que la que sabe y la cantó
y si no la sabe tararea."

Pasa

Pedro Guerra

jueves, 8 de enero de 2015

Un mundo Sensible en Madrid

Un espacio de encuentro para personas que se identifiquen como Personas Altamente Sensibles. Así nace este blog. Un muro donde compartir ideas, un buzón donde enviar sugerencias. Un espacio es un lugar que está aquí, que está ahí, y que nos permitirá conectar como los árboles conectan sus ramas.

Hay barreras que nos frenan, pero todo ese campo de batalla ruge ahí fuera. Aquí hay descanso, hay calma.

¿Y qué finalidad tendrá este blog?

Aunque abierto a sugerencias, se podrá:

- Incentivar una enriquecedora red de contactos en Madrid para cultivar aficiones en común: ver una exposición, ir a un cine, hacer senderismo ... Una palabra aquí, una café allá, un cine y así se teje, poco a poco, la amistad.

- Compartir entre todos lugares tranquilos y/o interesantes donde disfrutar de nuestro tiempo libre: ese café sereno que tanto te gusto, esa calle escondida que te gusta pasear... Será nuestra "Guía Sensible de Madrid".

Gracias por participar.